Segundo

Hola todos.

Casi dos años desde mi última carta, y estoy aquí. Todavía aprendiendo, todavía hablando. Y he mejorado mucho en los meses pasados. 

Después de Columbia, fui a perú para asistir clases de TEFL en Arequipa, una ciudad ubicada en el sur del país, rodeada con volcanes y cortada por un río. Aprendí enseñar con otros chicos en clases fenomenales y me quedé allá para tres meses después, siendo voluntario y comiendo mucho. Y por supuesto, nadando en el río de lengua cual es el lento, calma y tranquila español del sur de perú. Encontré muy buen amigos, y me movía mas cerca a una chica venezolana que la encontré en Madrid. Su nombre Patricia, pero se llamaba Tata.

Mi tiempo en perú era mezclado, lleno de emociones varios, un arco de iris de sentimientos. Difícil, muy, y feliz a veces, y solo, que solitario era yo. Trabajaba tres trabajos, una en la escuela donde tomaba mis clases de maestro, el segundo por el internet enseñando chicos en china, y también tuve clases privadas con estudiantes en sus casas. Yo empezaba mis clases en linea muy temprano cada día, a las 4, y las terminaba a las 9:30. Después de la comida, caminaba pocos kilómetros a la escuela para preparar los lecciones y dar pocas clases. Volvía a mi apartamento de pie cerca de las 10 en la noche. Y los sábados y domingos, y daba clases otros estudiantes en sus hogares. Al final, yo trabajé 77 días seguidas, sin descansar.

Y todo esto tiempo, tenía algo creciendo en mi corazón, en mi mente y en mi alma. Un amor con mucho distancia, hecho de wifi y WhatsApp y nació en dos países, en dos continentes, en dos hemisferios. La verdad, por menos a mi, es que las épocas más duros son las épocas más importantes en la historia de una persona. Y ahora, mirando por todo que es mi experiencia en perú, estoy de acuerdo este refrán, y que los difíciles son la piedra angular a nuestro futuro. 

-Jon

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